Un lugar dentro de la ciudad para disfrutar de naturaleza y libertad.

Está ubicado al sur de la ciudad, en Ciudad Jardín, y llama la atención por su decoración y desde luego por ser un lugar que no tiene puertas. Si, permanece abierto las 24 horas del día, aunque funciona solamente a partir de las 4:00 de la tarde.

La naturaleza es su gran aliado, los arboles han sido utilizados por arquitectos para construir su techo.

La fuente de luces coloridas se convierte en un atractivo más y su sonido en la forma de relajar mente y cuerpo.

Tiene tres escenarios, los amantes del agua se contagian con el sonido y la luminosidad de la fuente. Quienes buscan algo más relajado encuentran grandes sofás para descansar, leer o conversar y la posibilidad hasta de quitarse los zapatos y caminar por un buen espacio creado en pasto sintético.

La decoración no es el único atractivo, aquí te puedes sentar a leer, a trabajar en tu computador -tiene Wifi-, tomar un café o dejarte tentar por su cocteles y sugerencias gastronómicas, todas con nombres muy naturales.

Así que prepárate, los sugeridos de la casa van desde el coctel Bio que tiene la mezcla de cuatro licores y viene presentado con un macerado de frutas tropicales.

Para compartir, un Mconvergencia, tortillas rellenas de pollo (que ha sido cocinado con hierbas, flor de Jamaica y guayaba) con un sabor fuera de lo común que calza muy bien con queso.

De plato fuerte, te puedes dejar tentar por un lomo blue, rodeado de lonjas de jamón serrano y papitas artesanales (muy similares a las francesas, solo que traen cortes irregulares y la cascara).

Hasta cerrar con un ‘Eternidad de chocolate’, una torta con mucho chocolate incluyendo dos bolas de helado de chocolate blanco. O puedes elegir una ‘Sonrojada de frutos bio’ que está conformada por la mezcla de frutos rojos que se vuelven un gran cholado.

Y si no eres muy dulcero, déjate tentar entonces por un buen café, su oferta es muy atractiva